Claro, lo dulce tiene que parecer salado y lo salado, dulce. ¿Qué puede ser más dispar que una morcilla sepa a chocolate?. De risa. Pues eso fue este trampantojo. De aspecto, ¡perfecto! Da el pego totalmente. De sabor, ¡Buenísimo! Se me ocurre que esta preparación puede servirse perfectamente en Navidad, junto a los turrones. Te aseguro que no desmerece nada.