Ya tenía yo ganas de hacer pan de molde en casa, por uno u otro motivo no tuve ocasión de prepararlo hasta ayer tarde, al fin he matado el gusanillo. Lo de hacer masas me tiene enganchada desde niña y como ya me tocaba hacer otro pan casero, a pesar del calor, he encendido el horno para cocer mi pan. La verdad es que hornear pan un día caluroso tiene su lado positivo, los tiempos de levado se reducen considerablemente.
He pensado que un pan de molde con mezcla de semillas sería estupendo, en la herboristería me ofrecieron una bolsita que además de semillas (calabaza y girasol) contiene frutos secos (arándanos, pasas, moras blancas y avellanas). El resultado fue exquisito, un pan con tropezones perfecto para cualquier cosa que se nos ocurra; tostadas, canapés, sándwichs…
La masa es un poco pegajosa, para que nos quede el pan blando y esponjoso evitaremos añadir más harina engrasando las manos y la encimera con un poco de aceite a la hora de amasar.
¿Os apetece meter las manos en la masa?