Estrenamos nueva semana, l@s que ya habéis agotado las vacaciones o todavía estáis esperando para disfrutarlas tenéis 5 días de trabajo por delante, trataremos de hacerlos algo más agradables y llevaderos con un postre fresco muy sencillo; tarta helada casera, estupenda para los paladares más exigentes, con la que quedaréis como verdader@s chefs.
Una tarta fría como esta es magnífica para poner el punto y final en comidas o cenas pudiendo degustarla en el día a día y en grandes celebraciónes, su delicioso sabor cautivará a cuant@s la prueben, estoy segura de que repetirán más de una vez.
Por su aromático sabor la leche merengada es una de las bebidas estrella del verano, la receta original lleva claras de huevo a punto de nieve (merengue), en este caso vamos a prescindir de ellas sustituyéndolas por nata montada y yogur griego para lograr una textura más cremosa.
Nuestro postre de ayer domingo ha sido un trocito de esta tarta (todavía no la hemos terminado a pesar de ser golos@s, jajaja) os aseguro que no va a daros pereza prepararla, se hace rápidamente y está de rechupete, pero lo mejor de todo es que a la hora de la sobremesa solamente tendréis que abrir el congelador.
Puesto que nadie puede resistirse a una rica tarta helada empezamos a trabajar.