Viaje culinario y cultural por los productos ibéricos extremeños
Diferentes animales y razas han puesto a la gastronomía extremeña en un sitio privilegiado del mapa, pero el icónico cerdo ibérico es especialmente atractivo.
Con el lomo doblado, una antigua receta de matanza del sur de Extremadura y un producto prácticamente libre de grasa externa, se pueden hacer muchas combinaciones. Este lomo se adoba con ajo y sal antes de untarse con una capa blanca de cerdo ibérico de bellota, se dobla por la mitad (de ahí su nombre por esta característica forma, diferente del lomo embuchado habitual) y se embucha atándose con unas cuerdas que se aprietan casi a diario en los 6 meses de maduración. La primera recomendación para consumirlo es la de extraer la pieza del envoltorio 24 horas antes y disfrutar de este manjar a temperatura ambiente.
Junto con el jamón Dehesa de Extremadura conforma la joya de la gastronomía extremeña. Los amantes del ibérico pueden deleitarse con nuevas sensaciones con estos productos, ya que por ejemplo, el lomo doblado aquí no es enmascarado por otras especias como el pimentón.
Embutidos regionales que hay que probar

Una buena idea de receta para consumirlos es aprovechando una ocasión especial. Con una cena memorable en la que destaque como entrante un plato, a poder ser una tabla de madera, de surtido de ibéricos acompañados de pan de cristal tostado, trufa negra y un poquito de AOVE.
Con esta sencilla receta vas a disfrutar de un aperitivo sublime. Para cuatro personas necesitaremos una barra de pan de cristal, AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), una pieza de lomo ibérico doblado de la que extraeremos una docena de lonchas, misma cantidad de jamón ibérico, 60 gramos de trufa negra (tuber melanosporum) y una pizca de sal.
El pan de cristal podemos encontrarlo prácticamente en cualquier panadería o supermercado. Hay que cortar rebanadas finitas procurando que no se rompa y evitar tostar el pan demasiado. Será suficiente con que esté ligeramente crujiente y tenga una consistencia. Puedes tostarlo mínimamente en la tostadora o darle un toque en el horno con lo que además se conseguirá una mayor uniformidad. Recuerda que el pan tiene que acompañar pero no ser protagonista, para que nos permita disfrutar el paladar con los sabores ibéricos y evitar que pueda convertirse además en una cena pesada. Sin embargo también puedes utilizar otro tipo de pan, como una barra gallega, pero siempre procurando que la corteza del pan sea fina.
El pan lo aderezamos con un hilo del aceite de oliva, lo justo para la combinación pero sin pasarnos, y disponemos sobre él las lonchas de lomo doblado y el jamón ibérico por separado. El calor del pan hará sudar la grasa entreverada dándole un toque magnífico.
Para terminar rallaremos la trufa poniendo un poco en el centro de cada tosta. El hecho de que tenga un toque de calor el pan también va a potenciar el sabor de este otro tesoro tan polifacético. De manera opcional, puedes echar una pizca de granos de sal sobre la trufa y otro hilo de aceite de oliva virgen extra.
Éxito garantizado
Ya verás que el resultado está para chuparse los dedos, y ya sabes que el buen producto ibérico como el que se estila en Extremadura no deja indiferente a nadie.
Cabe recordar que este producto ibérico marida a la perfección con fastuosos tintos o con vinos de Jerez. Y que el lomo doblado también puede ser un magnífico regalo para carnívoros sin remedio, para que puedan disfrutarlo en casa deleitándose. ¡Seguro que te lo agradecen!